La atención es el camino hacia la inmortalidad (Nirvana);

la inatención es el sendero hacia la muerte.

Los que están atentos no mueren;

los inatentos son como si ya hubieran muerto.

Dhammapada

En el libro el Corazón de la Meditación Budista se encuentra descrito con gran detalle cómo el entrenamiento de la atención constituye el aspecto  esencial de la meditación budista.

Del autor del libro, Nyanaponika Mahathera ha escrito Erich Fromm lo siguiente: “El estudio de la obra de Nyanaponika  Thera me ha permitido muchos significativos insigths y a la gente a la que  he recomendado sus libros para que los estudien, me han informado que para ellos la lectura de dichos trabajos constituyeron el comienzo de una nueva orientación y una nueva práctica. Estoy convencido que si la obra de Nyanaponika Thera es conocida por un número suficiente de gente, puede llegar a ser una de las contribuciones más importantes para una renovación  espiritual de occidente.

Con el fin de contribuir que se conozca mejor la obra de Nyanaponika Thera, especialmente entre aquellas personas que están interesadas en la practica de la meditación con Atención Plena pero que no están muy familiarizadas con la tradición budista Theravada, a la cual pertenece  Nyanaponika, se ha preparado el siguiente texto que resume las ideas expuestas por él en uno de sus texto más famosos; “El Corazón de la Meditación Budista”.

En la  tradición Theravada se encuentran los fundamentos psicológicos y filosóficos de lo que se conoce como Meditación Vipassana o Meditación de Atención Plena, sin cuyo conocimiento, creo que es muy difícil comprender a profundidad el proceso de dicha meditación. El libro “El Corazón de la Meditación Budista”, muestra con gran detalle y a profundidad los aspectos psicológicos y filosóficos de la escuela Theravada que sirven de sustento al proceso de la práctica de la meditación de Atención Plena o vipassana. 

La doctrina de la mente tal y como se encuentra expuesta en la tradición budista, enseña tres cosas: a conocer la mente, a formar la mente y a liberar la mente.

Dentro de la doctrina de la mente expuesta por el Buda, la Recta Atención constituye  el Corazón o esencia de ella. La Atención es el recurso o llave maestra que permite conocer el funcionamiento de la mente, para formarla y para lograr su libertad.

Las enseñanzas del Buda ofrecen una gran variedad de métodos de entrenamiento de la mente, pero todos ellos tienen como elemento esencial el entrenamiento de la atención, la cual se considera el “Único Camino”, el “Corazón de la Meditación Budista e incluso “El Corazón de toda la doctrina”.

A continuación se expone como se comprende y desarrolla a través del entrenamiento la función de la atención en la psicología budista

FASES O MOMENTOS DE LA ATENCIÓN

PRIMERA FASE

Atención germinal o inicial.

Es un proceso todavía bastante primitivo. Constituye el primer brote de la conciencia desde el substrato inconciente. Según el Abhidhamma (psicología budista) esto acontece innumerables veces durante cada segundo en que uno está despierto.

2- SEGUNDA FASE

Primer momento. Pensamiento asociativo.

Si se mantiene el interés por el objeto o el impacto sobre los sentidos es suficientemente fuerte, una atención mas estrecha empezará a dirigirse a los detalles. En este momento se presenta la relación con el observador. Esto capacita a la mente para comparar la percepción presente con otras similares del pasado y con ello se hace posible una coordinación de las experiencias. Esta fase en psicología se llama pensamiento asociativo. Esta fase muestra la íntima conexión entre las funciones de la atención y la memoria. En pali ambas funciones se expresan con una sola palabra: sati. Sin la memoria, la atención  a un objeto suministra simplemente hechos aislados como en los animales.

Segundo momento. Generalización de la experiencia o capacidad de pensamiento abstracto

A partir del pensamiento asociativo ocurre la generalización de la experiencia o sea la capacidad de pensamiento abstracto.

Resumiendo. Esta segunda fase presenta cuatro características: aumento del detalle, referencia al observador (subjetividad), pensamiento asociativo y pensamiento abstracto.

La mayor parte de la vida mental de los seres humanos  se desenvuelve en el plano de esta segunda fase, que abarca un campo muy amplio que va desde la observación atenta a los hechos de la vida cotidiana hasta el trabajo de un científico o un filósofo. Aunque la percepción es más detallada en estos últimos, no es más veraz. Esta  todavía  más o menos adulterada por asociaciones equivocadas, y adiciones como prejuicios emocionales e intelectuales, pero sobre todo por la presunción de que hay una sustancia permanente en las cosas y un ego o alma en los seres vivientes.

Sin en el entrenamiento sistemático de la mente con el método de atención plena o vipassana y la guía del Buda-Dhamma, las personas se quedaran en esta segunda fase.

Si  se sigue progresando en el desarrollo gradual de la Atención se entra en el dominio de la Recta Atención.

Recta Atención.

Se llama “recta” porque mantiene a la mente libre de influencias engañosas, es la base del proceso y es parte integrante de la Recta Comprensión, porque nos enseña a hacer lo correcto y porque sirve al recto propósito: la Extinción del Sufrimiento.

Los objetos de la percepción y del pensamiento tal y como nos los muestra  la Recta  Atención han pasado por un proceso de análisis muy fino y por tanto son material fidedigno para todas las demás funciones mentales, tales como juicios teóricos y prácticos, decisiones éticas etc. Estas presentaciones no deformadas de la realidad formaran una base sólida para el objetivo esencial de la meditación budista: ver todos los objetos como impermanentes, sometidos al sufrimiento y exentos de sustancia o Ego.

En todas estas fases el instrumento principal que posibilita una transición al siguiente grado es un aumento en la intensidad y calidad de la atención.

La segunda fase del desarrollo, el más extenso, pero aunque muy importante, es todavía un engañoso conocimiento del mundo y sólo permite el crecimiento en la dimensión de anchura, o sea, mediante la adición de nuevos hechos y detalles, y su utilización para fines materiales. Si la humanidad continua moviéndose sólo en el plano de la segunda fase  de evolución, le aguarda el estancamiento y quizá la catástrofe.

LA RECTA ATENCIÓN Y SUS DIVISIONES  

    1- Primera división.

Respecto a los objetos que contempla, es cuádruplo:

a)- El Cuerpo

b)- Las sensaciones

c)- El estado de la mente, o sea, las condiciones generales de conciencia en un momento dado.

d)- El contenido mental, esto es, contenido concreto u objetos de la conciencia en un momento dado.

Segunda división

En la escrituras budistas, el término atención (sati) va frecuentemente unido al término que se traduce como “Clara Comprensión” (sampajañña). De acuerdo con esto, la Recta Atención se divide en:

a)-  Sati.

Se aplica a la actitud y práctica de la Atención pura en un estado de mente puramente receptivo.

b)- Clara Compresión (sampajañña).

Esta entra en función cuando se requiere cualquier tipo de acción, incluyendo el reflexionar activamente sobre las cosas Observadas.

Se abordará primero esta segunda división de la atención dejando para más adelante la división según los objetos que contempla.

ATENCIÓN PURA Y CLARA COMPRENSIÓN

¿Qué es la Atención Pura?

 

Es la conciencia clara y singularizada de lo que realmente nos sucede a nosotros y en nosotros, en los sucesivos momentos de percepción. Se llama “pura” porque se ocupa precisamente de los hechos desnudos de la percepción, ya sean presentados, a través de los cinco sentidos físicos, ya a través de la mente, que para la psicología budista es el sexto sentido.

En este factor la atención se mantiene como un registro escueto de los hechos observados, sin reaccionar ante ellos por medio de actos, palabras o comentarios mentales.

A continuación se expone el significado teórico y práctico de la atención pura y los resultados de su aplicación:

Minuciosidad.

Todo esfuerzo serio requiere minuciosidad para alcanzar su propósito. La práctica de la Recta Atención requiere el máximo de minuciosidad para alcanzar sus máximos beneficios.

La Recta Atención tiene que comenzar por el principio, que es la Atención Pura, cuyo método nos regresa al estado seminal de las cosas, a la primerísima fase del proceso de percepción, cuando la mente está todavía en un estado puramente receptivo y cuando la atención se limita a un simple apercibimiento del objeto. Esta fase tiene una duración muy corta y apenas perceptible. Esta fase proporciona una imagen superficial, incompleta y a menudo defectuosa del objeto. El corregir esa primera impresión es labor de la siguiente fase perceptual. Con frecuencia se da por sentada la primera impresión e incluso se añaden nuevas distorsiones.

El trabajo de la Atención Pura es cultivar y consolidar ese primer estado perceptivo de la mente. Es un proceso minucioso de limpia del objeto y prepara cuidadosamente el terreno para todo el proceso mental subsiguiente.

Obtención del objeto puro.

 “En lo que se ve debe haber solamente lo visto;

en lo que se oye solamente lo oído;

en lo que se siente(olor, gusto, tacto) solamente lo sentido;

en lo que se piensa, solamente lo pensado”

Udana 1,10

La atención Pura consiste en un escueto y exacto registro del objeto. Esto no es lo habitual pues al hombre no le interesa el conocimiento desinteresado de las “cosas tal y como verdaderamente son”, sino su “manejo”, juzgándolas desde su propio punto de vista que puede ser amplio o estrecho, elevado o bajo. Pega etiquetas a todos los objetos basados en su autointerés, lo cual determina sus reacciones.

Una actitud de Atención Pura y libre de etiquetas abre al hombre un  mundo más amplio y lleno de matices. Primero se dará cuenta de que, donde creía enfrentarse con una unidad hay una multiplicidad; toda una serie de procesos físicos y mentales distintos, presentados por los correspondientes actos de percepción, que se siguen unos a otros en rápida sucesión. Se dará cuenta, con consternación, cuan raramente es consciente de un objeto desnudo o puro, sin agregados extraños. El objeto siempre aparecerá a la luz de juicios subjetivos, añadidos tales como: bonito o feo, agradable o desagradable, útil o inútil o dañino etc. Y si se trata de un ser viviente entrará en juego la noción preconcebida de: este es una personalidad, un ego justo como “yo” lo soy también.

Es en este estado, en el que está el objeto con todos esos agregados, en que la percepción se instalará en el almacén de la memoria y cuando al ser de nuevo extraída por el pensamiento asociativo, ejercerá una influencia deformante sobre las percepciones futuras de objetos similares, así como juicios, estados de ánimo etc.

La labor de la Atención Pura es eliminar todos estos aditamentos extraños al objeto. Esta limpieza del objeto seguirá una práctica constante y disciplinada, durante la cual la atención aumenta gradualmente su penetración e irá eliminando los añadidos, primero los más groseros y luego los más sutiles, hasta que sólo quede el objeto puro.

El triple valor de la Atención Pura

Tiene el mismo valor que el de la doctrina de la mente; ayuda a conocer, formar y liberar la mente.

1- Valor de la Atención Pura para conocer la mente

La práctica sistemática de la Atención, empezando con la Atención Pura, proporcionará todo el conocimiento de la mente que es esencial para fines prácticos, o sea para el dominio, desarrollo y liberación final de la mente. La mente que indaga, sufrirá un cambio radical y gana en lucidez  y fuerza de penetración. El proceso prepara el objeto y lo mantiene firmemente ante el ojo de la sabiduría, ralentizando la transición que va de la fase receptiva a la activa del proceso perceptual o cognoscitivo.

Este trabajo preliminar de la Atención Pura además de llevar a cabo el análisis del objeto, por medio de la función discriminatoria y disectora de la mente, a través de la cual se revelan los componentes del objeto, también realiza la síntesis, es decir, comprende las conexiones e interacción del objeto con otras cosas y su naturaleza condicionada y condicionante. La Atención Pura deja que las cosas hablen primero por si mismas, sin la interrupción de veredictos definitivos. La Atención Pura les da la oportunidad de terminar de hablar y así aprenderemos que, en efecto, tenían mucho que decir acerca de si mismas, de lo que habíamos hecho caso omiso hasta entonces, principalmente por la precipitación o bien porque queda ahogada por el ruido interior y exterior en el que se desenvuelve el hombre ordinario.

La paciente permanencia en tal actitud de Atención Pura abrirá amplios horizontes a la propia comprensión que no se pueden obtener por un esfuerzo excesivo de un intelecto impaciente.

¿Cuáles son los resultados que se pueden obtener a través de la Atención Pura?

La percepción  aparecerá como una secuencia de fases numerosas y diferenciadas individualmente que se siguen unas a las otras en rápida sucesión.

Mostrará la diferencia básica entre la presentación de los datos sensoriales relativamente puros y la siguiente fase de su interpretación y evaluación. Esto nos llevará a comprender la distinción entre los hechos escuetos y la actitud hacia ellos.

Al practicar la Atención Pura el primer impacto fuerte que recibirá la mente del observador será la experiencia directa del constante cambio, es decir, la impermanencia (anicca), la secuencia incesante de nacimientos y muertes de los fenómenos. Esta experiencia aumentará en intensidad a medida que se practica la Atención Pura y de esta experiencia de cambio, a su debido tiempo, emergerá la conciencia directa de las otras dos características de la existencia: Sufrimiento (dolor, insatisfacción, duhkha) e Impersonalidad (annatta).

Esto nos enfrenta por primera vez con el Cambio, como algo experimentado vivamente en cuerpo y mente. Con esto habremos empezado a “ver las cosas como realmente son”. Esto se refiere a la “cosas de la mente”. La mente no puede ser comprendida sin reconocerla como un flujo y permanecer consciente de este hecho en todas las investigaciones encaminadas al conocimiento de la mente.

A la luz de la Atención Pura se verá con claridad las características de los procesos materiales y mentales, su interrelación y sus alteraciones y la función básica de “objetivación de la mente”.

El hablar de “objetivación” (tener como objeto, tomar como objeto) y de los procesos materiales y mentales, se hace solo con fines prácticos para exponer el tema, pero esto no quiere decir que exista un dualismo sujeto-objeto y mente y materia, tampoco un monismo de Sólo Mente o Sólo Materia. La Enseñanza Media del Buda del Origen Condicionado (paticca-samuppada) de la cosas, trasciende todo concepto de monismo, pluralismo o dualismo.

Después de una experiencia suficientemente amplia y profunda con la práctica de la Atención Pura uno comprenderá y experimentará directamente que la mente no es nada fuera de su función cognoscitiva. En ninguna parte, ni detrás ni dentro de esa función, puede detectarse una entidad permanente. Por propia y directa experiencia se llegará a la gran verdad de  No-alma  o Impersonalidad (anatta).

Por otra parte, la Atención Pura aportará informaciones sorprendentes y útiles acerca del funcionamiento de la propia mente: el mecanismo de las emociones y de las pasiones, el grado de confianza que uno puede tener en la facultad racional, los motivos verdaderos y los aparentes de nuestras acciones y otros muchos aspectos de la vida mental. Se hará una luz muy clara sobre nuestros puntos débiles y también sobre los fuertes, y se adquirirá consciencia por vez primera de algunos de ellos.

La doctrina de la mente del Buda no se limita al conocimiento teórico de la mente, sino que aspira a formar la mente.

Valor de la Atención Pura para formar la mente.

La Atención Pura ralentiza, e incluso detiene, la transición del pensamiento a la acción, proporcionándonos más tiempo para llegar a una decisión madura. La ralentización es de vital importancia pues permiten el autocontrol de pensamientos, acciones o palabras perjudiciales que tiende a presentarse como reacciones inmediatas a los acontecimientos o pensamientos. La adquisición del hábito de “ralentizar” nos proporciona un arma eficaz contra la precipitación de la palabra o el acto. Esto aumenta la plasticidad y receptividad de la mente. Es este mecanismo, y no la represión, respecto a las reacciones habituales lo que debilitará gradualmente su poder.

A la Atención Pura sólo le concierne el presente. Nos enseña a vivir con plena conciencia el aquí y el ahora. Nos enseña a afrontar el presente sin intentar refugiarnos en pensamientos sobre el pasado y el futuro.

El pasado y el futuro son, para la conciencia del hombre corriente (es decir no entrenada con el método de atención plena), objetos no de observación, sino de reflexión, y en la vida corriente, el pasado y el futuro no se toman, sino raramente como objeto de reflexión verdaderamente sabia, siendo la mayor parte de las veces objetos de un soñar despiertos y de vanas imaginaciones que constituyen los principales enemigos de la Recta Atención, la Recta Comprensión, y también de la Recta Acción.

Una forma segura de excluir los pensamientos del pasado y el futuro que constantemente nos invaden, es aplicar la observación escueta de cualquier objeto que se halle a la mano en todo momento en que no sea necesario pensar o actuar con algún propósito determinado. Si el objeto de pasado o futuro, ya ha penetrado en la conciencia, basta convertir estos ensueños en objeto de observación.

La Atención Pura pone en orden los desaseados rincones de la mente; pone en evidencia las numerosas percepciones vagas y fragmentarias, los razonamientos inconclusos, las ideas confusas, las emociones reprimidas, etc. que pasan diariamente por la mente. Esta práctica introspectiva  nos llevará a un conocimiento no muy agradable de las zonas más sórdidas e ignominiosas de la propia mente y con ello se presentará resistencia a tal estado de cosas. Pero la conciencia de esta repugnancia aumentará la decisión sería de la práctica del camino de la Atención.

Pero también nuestras cualidades positivas estarán enfocadas con mayor claridad, lo cual permitirá que aquellas que son débiles o que ni siquiera habían sido percibidas, puedan fortalecerse y desarrollarse. Se revelarán fuentes de energía que estaban sin explorar y se manifestarán capacidades que hasta ahora eran desconocidas para uno mismo. Todo esto fortalecerá la confianza en uno mismo.

Valor de la Atención Pura para liberar la mente

Se sugiere hacer un experimento que consiste en mantenerse unos días en una actitud de Atención Pura hacia la gente y objetos inanimados y acontecimientos del día. Esos días transcurrirán serenamente y con alegría y con un sentimiento de tranquilidad y libertad. Lo que experimentará será la felicidad del desapego. La vida se hará mucho más fácil y el mundo interior y exterior más amplios. La Atención Pura nos revelará las ventajas de una abstención kármica, sea buena o mala, o sea, de abstenerse de toda actividad que tiende a construir el mundo y por tanto a crear sufrimiento.

El distanciamiento interior de las cosas, los hombres y de nosotros mismos, obtenido pasajera y parcialmente por la Atención Pura nos enseña la posibilidad de obtener definitivamente el perfecto desapego y la felicidad que resulta de él.

Para alcanzar la definitiva liberación de la mente, la Atención fragua la principal herramienta; la Visión Cabal.

La Visión Cabal es la comprensión directa y penetrante de las tres Características de la existencia: la Impermanencia, el Sufrimiento y la impersonalidad. La naturaleza intrínseca de la Visión Cabal consiste en producir un desapego creciente y un gradual liberarse del deseo, culminando en la liberación final de la mente de todo lo que la sujeta al mundo del sufrimiento.

 

La naturaleza de la Visón Cabal es estar libre del Deseo, la Aversión y la Ofuscación, y ver claramente todas las cosas del mundo interior y exterior como “puros fenómenos”, como un proceso impersonal. Esto es también característico de la Atención Pura.

Clara Comprensión

El segundo aspecto de la Recta Atención, la Clara Comprensión (sampajañña), es el que concierne a la mayor parte de nuestra vida, la parte activa. Uno de los propósitos de la práctica del Satipatthana es el que la Clara Comprensión llegue gradualmente a ser fuerza reguladora de todas nuestras actividades, ya sean corporales, verbales o mentales. Su labor es hacerlas precisas y eficaces, de acuerdo con la realidad, con nuestros ideales y con el nivel más alto de nuestra comprensión. “Clara Comprensión” significa que a la claridad de la atención mental pura se añade la plena comprensión del propósito de la realidad, interna y externa o, en otras palabras: la Clara Comprensión es el recto conocimiento o sabiduría basado en la Recta Atención (sati)

Las cuatro clases de Clara Comprensión

Estas son:

1) - La Clara Comprensión del Propósito.

2) - La Clara Comprensión de la Idoneidad.

3) - La Clara Comprensión del Terreno (de la meditación).

4) - La Clara Comprensión de la Realidad

La clara comprensión del propósito enseña a preguntarse, antes de actuar, si la actividad que se pretende está realmente de acuerdo con los propósitos, las intenciones o ideales de uno, es decir, si es conveniente en el más estricto sentido práctico, así como en el aspecto ideal.

El método no coactivo de la Atención pura, al fortalecer el hábito de “parar y pensar”, le proporciona a la Clara Compresión del Propósito una oportunidad creciente para entrar en acción, y al presentarle los hechos, sin falsearlos, da a la Clara Comprensión un material fidedigno para que tome sus decisiones.

Si se cede habitualmente a todos  los caprichos o permitimos desviarnos de nuestros propósitos, muchas de nuestras mejores cualidades se irán socavando y debilitando, sin que la persona se de cuenta de ello. El resultado final de este proceso es que la persona misma, sus ideales y propósitos se deteriorarán convirtiéndose en cáscara vacía. Comprender la Verdad del sufrimiento y el camino que conduce a su Extinción es el propósito verdaderamente digno de la vida del ser humano.

La Clara Comprensión de la Idoneidad nos enseña el Arte de lo practicable, la adaptación a las condiciones de tiempo, lugar y carácter individuales. Nos enseña la “Destreza para la elección de los medios idóneos”.

Clara Comprensión del Terreno de la Meditación

Los antiguos comentarios explican la Clara Comprensión del Terreno de la meditación como un “no abandonar el objeto de la meditación” durante la rutina diaria. Esto se entiende de dos maneras:

a)- Práctica con un tema particular el cual hay que tratar de armonizarlo con los actos o pensamientos que las ocupaciones diarias requieren.

El trabajo que se está realizando debe tener un lugar en el marco de la meditación que se practica, como una ilustración del tema de meditación: por ejemplo la impermanencia al realizar algunas actividades.

b)- Pero si la práctica meditativa consiste en practicar íntegramente la Recta Atención, entonces esta debe absorber todas las actividades del cuerpo, la palabra y la mente. La meta de este método es que la vida sea una con la práctica espiritual y que la práctica sea la vida en su plenitud. El asunto es preguntarse siempre ¿Cómo puede realizarse la práctica de la Atención en estas circunstancias precisas?

Clara Comprensión de la Realidad

La Clara comprensión de la Realidad (lit. del no engaño) elimina, mediante la clara luz de la comprensión nítida de la realidad, el más profundo y obstinado engaño del hombre: su creencia en un yo, un alma o una sustancia eterna de cualquier tipo. Este engaño, junto con sus productos, que son el deseo y el odio, es la verdadera fuerza motriz del incesante girar de esa Rueda de la Vida y del Sufrimiento a la que están atados todos los seres, como a un instrumento de tortura.

El meditador se enfrentará aquí con la máxima resistencia interior, el hábito, tan antiguo como el mundo, de pensar y actuar en términos de “Yo” y “Mío” y el continuo exteriorizarse en forma de autoafirmación.

La principal dificultad no estribara tanto en comprender esto en forma intelectual, sino su aplicación paciente y constante a los casos concretos de pensamiento y acción.

La cuarta clase de Clara Comprensión tiene todavía otra función, de grandes consecuencias para el progreso en el Sendero que lleva a la extinción del sufrimiento: en esta fase el individuo vuelve al peligroso mundo de la acción con un propósito determinado: acción que provoca una reacción de aquello sobre lo que se actúa. La acción tiene una tendencia a multiplicarse y reproducirse, a intensificarse y a extenderse.

En estas condiciones siempre se estará en condiciones de perder lo que se haya logrado a menos que se esté extremadamente vigilante. Y aquí es donde vendrá en su ayuda la Clara Comprensión Realista o NO- Engañada, esto es, la vívida consciencia de la Impersonalidad: “¡Dentro no hay un yo que actúe y fuera no hay yo afectado por la acción”. Si se tiene bien presente esto en toda acción, se desarrollará un benéfico sentimiento de distanciamiento interior de ellas. La acción, después de que su finalidad e idoneidad hayan sido claramente establecidas, se ejecuta ahora siendo ella misma  su propio motivo y su propia justificación.

Si uno deja de apegarse a una acción con todo su corazón y todo su ser, si deja de anhelar el éxito o la fama personal, correrá menos peligro de que la corriente creada por la propia acción, le arrastre a siempre nuevas lejanías del océano samsárico. La acción en pos de fines mundanos, tal y como la realiza la mente no liberada, es en la mayoría de los  casos un mero crear esclavitud adicional.

La “libertad en la no acción” o la “libertad del dejar ir” complementarias se aprende con la Atención Plena.

La Clara Comprensión de la Realidad no debe reducirse a las pocas horas de reflexión o meditación sino, toda la vida activa, debe estar impregnada por el sentimiento de impersonalidad. Debe haber una fusión de la vida y la práctica espiritual donde cada momento de la vida, según las oportunidades que ella ofrezca y cualquier actividad, incluso la más ordinaria en su propio género, se utilice para el trabajo de liberación.

La Atención Pura intensifica la susceptibilidad y refina la sensibilidad de la mente humana. La Clara Compresión guía y fortalece las energías que forman y crean activamente. La Atención Pura favorece el crecimiento, la preservación y el refinamiento de la intuición. La Clara Compresión, por su parte, como fuerza activa y activadora, trabaja para hacer de la mente un instrumento perfecto para su dura tarea de desarrollo armonioso y liberación final.

Los cuatro Objetos de la Atención

Cuerpo

Sensación

Estado de la mente

Contenidos mentales

Los cuatro objetos de la Atención comprenden el conjunto del hombre y todo su campo de experiencias. Se extiende desde el cuerpo y sus funciones a las sensaciones, así como a los procesos y contenidos de la percepción y del pensamiento. Desde las funciones que comparte con los animales hasta los factores de la iluminación.

Instrucciones para la Práctica.

Aquí se dan algunas ideas sobre el método de meditación y se señala un aspecto muy importante de él.

“Es necesario apuntar que en el desenvolvimiento meditativo sistemático de la Visión Cabal, sólo los objetos interiores son tomados como punto de enfoque de la Atención Pura. Tal es así porque sólo nuestros propios procesos físicos y mentales son accesibles a la experiencia directa. Y lo que aquí se persigue es precisamente el acontecimiento por la experiencia directa (paccakkhañana), en el sentido más estricto, que es el rasgo distintivo de la meditación budista dedicada a la Visión Cabal (vipassana-bhavana). Toda inferencia, reflexión. Etc., son enteramente excluidas desde el principio de la práctica y no es más que en una ulterior etapa que se les puede conceder un lugar limitado, como cuando partiendo de la observación meditativa de los hechos del momento, se hace alguna relación con acontecimientos del pasado o del futuro.

I-Contemplación del Cuerpo

1-Atención a la respiración

2-Atención a las posturas del cuerpo

3-Clara Compresión. Esta se extiende a todas las funciones del cuerpo: a las cuatros posturas y a los actos de mirar, inclinarse, vestirse, comer etc.

4-Las Partes del Cuerpo

5-Los Cuatro Elementos

6-Contemplación de los Cementerios

1-Atención a la respiración

La contemplación  del cuerpo comienza con la Atención a la inspiración y la espiración. No es un ejercicio de respiración sino de atención. Durante este ejercicio se observan las cualidades de la respiración (larga, corta, suave, gruesa etc.). No se la controla ni regula deliberadamente. La atención a la respiración puede ser factor de salud  física y mental. Pero la respiración puede ser también un factor para los fines más elevados.  A través de la contemplación de la respiración se pueden alcanzar las cuatro absorciones meditativas e incluso realizaciones más elevadas.

Respecto a esta etapa avanzada la tradición budista dice: “La Atención a la Respiración ocupa el primer lugar entre los diferentes temas de meditación, ha sido para todos los Budas, Paceka-Budas y santos discípulos la base de su obtención de la Meta y de su bienestar aquí y ahora”.

En la tradición budista se considera a la Atención a la Respiración principalmente, como base para la Meditación de Tranquilidad (samatha-bhavana) o sea para inducir las absorciones meditativas (janas), pero también se puede utilizar para desarrollar la Visión Cabal. La Atención a la Respiración lleva a comprender la naturaleza del cuerpo como compuesto de procesos impersonales y por tanto ayuda a desapegarse de él.

Atención a las posturas del cuerpo

Esta consiste en registrar lo que el cuerpo está haciendo en cada momento determinado: caminando, de pie, sentado, acostado. La atención a las posturas del cuerpo proporcionará una conciencia de la naturaleza impersonal del cuerpo lo cual ayudara a desidentificarse de él.

3- Clara Comprensión

Esta se extiende a todas las funciones del cuerpo: a las cuatro posturas y a los actos de mirar, inclinarse, extenderse, vestirse, comer, beber, evacuar, hablar, estar callado etc. Esto lleva a una experiencia más profunda de la impersonalidad del cuerpo.

4- Las partes del cuerpo

Se trata de visualizar el cuerpo como un esqueleto cubierto de carne, piel etc. Si en esta contemplación se consigue una concentración bastante buena, sin caer en estados emotivos de repulsión o atracción, se podrá llegar a despegarse cada vez más del cuerpo y desengañarse sin esfuerzo de la sensualidad.

Es importante señalar que esta contemplación no tiene como fin la represión de las sensaciones de atracción física, mediante una contraposición emotiva de revulsión, sino de apartarse sin esfuerzo del apego y una compresión profunda de la naturaleza del cuerpo.

Cuando esta contemplación se practica correctamente, no se caracteriza por una revulsión violenta, ni por melancolía sino que se acompaña de un estado de tranquilidad e incluso de júbilo.

Incluso aquel que no desee renunciar a los “placeres de la carne” puede obtener el beneficio de un mayor control de sus emociones y sus sentidos.

5- Los cuatro Elementos

Esta práctica consiste en imaginar la disección del cuerpo en componentes de naturaleza más y más impersonales, reduciéndolos a los cuatro elementos primarios que en la tradición budista son: tierra, agua, fuego y aire.

En la meditación se trata de un conocimiento íntimo del elemento de Vibración o Aire, que es el que está presente en los dos principales objetos de meditación que se recomiendan: la respiración y el movimiento del abdomen.

6.-Contemplación de los cementerios

En esta contemplación se utilizan objetos reales como cadáveres en diferentes grados de descomposición o visualizaciones muy vívidas. Este método tiene por finalidad provocar en una naturaleza muy apasionada el disgusto por el objeto de su deseo (en algunos casos otros métodos pueden ser más adecuados). También constituye una lección sobre la impermanencia la cual se puede aplicar incluso al propio cuerpo, pensando que él tampoco escapará a esto.

Esta contemplación también es útil cuando el cuerpo sucumbe ante la enfermedad y el sufrimiento, su mente no será afectada.

II- La Contemplación de las Sensaciones.

 El termino pali vedana, traducido aquí por “sensación”, significa en la psicología budista simplemente sensación agradable, desagradable o neutra, de origen físico o metal. No se utiliza en el sentido de “emoción”, que es un factor mental de naturaleza mucho más compleja. Se refiere a la primera reacción a cualquier impresión sensorial.

Se refiere a todo aquello que llega a través de los órganos de los sentidos, incluyendo el de la mente que en la psicología budista constituye el sexto sentido a través del cual se captan las ideas, los pensamientos, los sentimientos etc.

En la psicología budista se dice que la Impresión Sensorial es la condición principal de la sensación, y esta es la condición potencial del deseo.

Si al recibir una impresión sensorial se es capaz de interrumpirse, parándose en la fase de la Sensación y tomándola, apenas se manifieste, como el objetó de la Atención Pura, la sensación no podrá engendrar el Apego ni otras pasiones.

En la psicología budista se considera que las emociones surgen porque uno no está en Atención Plena a las sensaciones. Un momento inicial simple, inmediatamente es seguido de apego, aversión o aburrimiento.

Los pensamientos que se presentan ante la mente también tienen el sabor de agradables, desagradables o neutros.

El término proceso mental se refiere a dos cosas: sensaciones (feelings) y percepción, que son las etiquetas que la mente agrega a su experiencia. Estas etiquetas incluyen el “mi” y el “mío”.

III- Contemplación del Estado de la Mente.

El objeto de la observación es aquí el estado de la mente y de la conciencia en general, tal como se presenta en un momento dado (estados beneficiosos o perjudiciales, desarrollados o no desarrollados; por ejemplo, una mente en que hay deseo o no lo hay, odio u ofuscación, una mente concentrada o no).

El contemplar el estado de la mente eficaz, permite el examen de uno mismo y por tanto conduce a un mejor conocimiento de uno mismo. El método permite a los simples hechos observados que hablen ellos mismos y ver su efecto sobre la mente. Esto es más saludable y eficaz que un método de introspección.

IV- La contemplación de los Contenidos Mentales.

En la práctica regular de esta contemplación se trata del cultivo regular de los objetos mentales, es decir los contenidos del pensamiento que tiene relación con el Dhamma. Se describen cinco ejercicios entre los que están el observar, con Atención Plena, los Cinco Obstáculos Mentales, los Siete Factores de Iluminación, las Cinco Categorías del Apego, las Seis Esferas de los Sentidos y las Cuatro Nobles Verdades. Se trata de ser consiente de aquellas cualidades que se deben abandonar y aquellas cualidades que se deben adquirir. En cada momento el mediador debe ser plenamente consiente de si uno de los Obstáculos Mentales o un Factor de Iluminación está presente o ausente en él.

La práctica de la Atención permitirá identificar las condiciones favorables o desfavorables en que surjan las cualidades positivas o negativas y por tanto, es una considerable ayuda en el sendero del progreso.

Texto preparado por Alejandro Córdova Córdova, basado en el libro de Nyanaponika Thera, “El Corazón de la Meditación Budista”.