Se hizo un estudio en colaboración con el departamento de psiquiatría de pacientes con crisis severas de ansiedad. Los índices de ansiedad descendieron cuando iniciaron el programa. Se les hizo un seguimiento de tres meses y la mejoría se mantuvo, sin la ayuda de fármacos.

 

Con el paso de los años, muchos médicos se han interesado en la meditación y hemos trabajado con muchos especialistas en especial se han  hechos dos estudios uno con neumólogos en pacientes con la enfermedad de patrón obstructivo crónico o EPOC y otro con dermatólogos sobre psoriasis.

Las personas que vienen a la clínica tienden a seguir practicando durante mucho tiempo y a veces siguen haciéndolo aunque no mejoren. En esto casos nos han dicho que lo siguen haciendo porque le ayuda a vivir con el dolor.

Cuando las personas llegan al programa les decimos que dejen sus esperanzas en la puerta, que sólo se concentren profundamente en la toma de conciencia del momento presente y en su interior. Aunque vemos grandes progresos, con más frecuencia lo más importante que estas personas obtienen del programa no es lo que habían venido a buscar. Encuentran algo más profundo.