En la práctica de la clínica son muy importantes ciertos principios como el no emitir juicios, la paciencia, la aceptación y la confianza. Es muy importante no establecer una actitud de lucha y esfuerzo. Estos principios no se enseñan del modo en que se hace en los sutras. Se trata de introducirlos en forma natural y coherente. Si sienten que no hacen algo bien y comienzan a juzgarse les recordamos que su trabajo consiste sólo en observar, en ver con claridad, no en emitir juicios. Se les recomienda ser pacientes y que durante las ocho semanas que dura el curso no intenten hacer que el problema desaparezca o disminuya. No se trata de hacer nada y que sencillamente hagan su trabajo en casa y que observen que pasa. Al final del programa se les pregunta si han sentido algún beneficio pero se les dice que no se trata de quitarles los síntomas como el dolor, la hipertensión etc. Que no haya actitud de lucha y esfuerzo. Se les dice que se les va enseñar a estar tan relajados, que estar algo tensos está bien.

 

También se trata de mostrarles que desarrollen una mente de principiante es decir que vean que cada momento es nuevo. El que se haya practicado meditación durante mucho tiempo no significa que se ha llegado a algún sitio. Es importante mantener un sentido de renovación. Si se tienen experiencias malas o buenas, se les recomienda no proyectarlas al futuro. La práctica de estar en el momento presente no es fácil y menos para intelectuales que se ganan la vida pensando.

Otro aspecto importante es aprender a soltar a dejar ir, ver con claridad y no involucrarse. Soltar o dejar ir es permitir que las cosas sean, es cultivar el desapego.

Si se practican las anteriores calidades o actitudes, conducirán a cierta sabiduría, algo que es de suma importancia en cuanto a la visión que desarrollan de su padecimiento.

Hay otras cualidades que no se enseñan explícitamente pero están incluidas en la forma en que se enseña el curso, como la generosidad, la compasión y el gozo de la solidaridad. En lugar de hablar de estas cualidades dejamos que ellas vayan apareciendo durante el curso.

Algo de suma importancia y esencial es que el que enseña el curso debe tener un compromiso muy serio con algún tipo de práctica meditativa, haberla practicado durante años lo cual incluye haber pasado por periodos de retiro con práctica intensa. Sin embargo es importante señalar  que hay personas que a pesar de tener una amplia experiencia en la práctica de la meditación, por múltiples razones, no son capaces de enseñar el curso.

También es importante señalar que la meditación no es una técnica es un estado de ser. No es algo que uno haga; es un no hacer.