La semana siguiente del curso se centra en los acontecimientos desagradables y que causan estrés.
Se trata de que los pacientes perciban los factores de estrés- las cosas de la vida que los provocan – poniendo atención al cuerpo, los pensamientos, los sentimientos y las acciones. Se les pide que sólo sean conscientes de ellos; no se ha de hacer nada más.
A medida que las personas desarrollan una mayor tranquilidad y estabilidad en la práctica de la meditación formal nos informan que comienzan a sentirse espontáneamente más tranquilos en situaciones que antes les perturbaban. Esto significa que en lugar de reaccionar, están desarrollando respuestas más atentas. El mantener la actitud de darse cuenta les protege de la reacción de estrés.
En realidad lo que en parte se les está enseñando a las personas es que cambien su forma de ver las cosas. Para desarrollar esto se proporciona al paciente un rompecabezas para que lo resuelvan en su casa. Los pacientes tienen diferentes actitudes al intentar resolverlo. Esto los hace consciente de una serie de aspectos que ponen en juego al abordar un problema.
A veces después de haber luchado para resolverlo, la solución surge de la conciencia penetrante y de contemplarlo con un nuevo enfoque.